martes, 21 de mayo de 2013

Últimas nevadas en Cotos, Valdesqui y Navacerrada

Aprovechando las últimas nevadas que increíblemente siguen cayendo a un mes del comienzo del verano, con Henry y su papá nos fuimos a disfrutar de esas hermosas imágenes que regala la sierra madrileña.

Aquí comparto algunas de las imágenes que saqué con el teléfono móvil, proximamente intentaré subir algunas de las fotos que saqué con la cámara reflex.

Saludos!!!







lunes, 20 de mayo de 2013

Invierno 2013

Un pequeño resumen fotográfico de las imágenes que nos ha regalado este invierno interminable, repleto de nieve, que no quiere dejar paso a la calidez primaveral.


Invierno 2013

lunes, 28 de mayo de 2012

Los hijos de los días y la firma de Eduardo Galeano

Seguramente habras escuchado alguna vez de Eduardo Galeano, escritor de "Los hijos de los días ", recientemente publicado. Este uruguayo, es uno de mis escritores favoritos, y esta es la historia de sus libros en mi historia.

Hace muchísimos años recibí la recomendación de mi gran amigo Silas, para que lea "El libro de los Abrazos" de don Eduardo Galeano. Al principio el título no me atría mucho pero a la vez me causaba intriga, por eso durante algún tiempo dejé esa recomendación en solo eso, una recomendación. Pasó el tiempo, hasta que una vez me acordé nuevamente de ese libro y decidí salir en su busqueda por las distintas librerias de Rosario. La tarea de localizarlo fue muy dificil, ya que en algunos lugares no lo tenían, o estaba agotado, pero finalmente llegó el día en que esas paginas fueron atrapadas por mis manos, devoradas por mis ojos y grabadas en mi retina. Al finalizar la primer leída, me di cuenta que estaba ante un gran libro, que con cada nueva leída posterior se transformó en mi libro preferido. Tanto me gustó, que empezó a acompañarme en casi todos los viajes, porque lo considero una fuente inagotable de historias y relatos para compartir.

Al terminar "El libro de los abrazos", me interesé por los títulos publicados don Eduardo, y así llegó por primera vez a mis ojos una palabra que titula a uno de sus libros y que ahora da nombre a este blog. "Vagamundo y otros relatos" me sirvió para rebautizar al viejo blog de "Nacho en el camino" que no conocía casi nadie por el nuevo "Rosarino Vagamundo" que ahora estas leyendo.

Con el paso del tiempo comencé a leer otros títulos de Galeano. "Las venas abiertas de América Latina", lo leí durante el viaje que realicé por el Norte Argentino, Bolivia y Perú hasta llegar al Machu Picchu en el año 2008. Mientras iba visitando lugares, podía ver con mis propios ojos sitios y situaciones narradas en esas páginas, pudiendo sentir más propio el sometimiento de Europa hacia America Latina, que lamentable y penosamente se sigue dando desde hace siglos.

Pasaron los días, arribé a otros lugares, recorrí kilometros hasta que llegue a la ciudad boliviana de La Paz, donde conseguí a un precio irrisorio (30 pesos en ese momento) los tres tomos de "Memorias del Fuego" junto a un ejemplar de "El futbol a sol y sombra" que se acoplaron  a mi pesada mochila para empezar a formar parte de mi biblioteca personal de Galeano, y que me acompañarían durante casi el mes que me quedaba de viaje. Anteriormente en la ciudad de Salta, compré "Uselo y tirelo", que tambien seguiría viajando a mis espaldas.

Y con varios de esos libros en la maleta, llegué por primera vez a Madrid, donde pude disfrutar de la Feria del Libro y conseguir en esta "Vagamundo y otros relatos", otro libro que leería durante la primer temporada de socorrista que realicé en España. Al volver a Rosario, la colección de libros de este señor se fue agrandandó mucho más, ya que incorporé a los estantes de mi biblioteca "Bocas del Tiempo", "Días y noches de amor y de guerra", "Espejos" y "Las palabras andantes".

Es así que llegamos a mi última adquisición, que consiste en un libro editado recientemente bajo el título "Los hijos de los dias". Sin lugar a dudas será uno de los más especiales personalmente, ya que el 27 de Mayo, y durante la Feria del Libro de Madrid 2012 conseguí que el mismísimo don Eduardo Galeano le dedique personalmente a este Rosarino Vagamundo un ejemplar, que ya me tiene abocado en su lectura y disfrute.

Don Eduardo firmando mi ejemplar

La dedicatoria: "A un rosarino vagamundo"
La portada de "Los hijos de los dias"

Si lo deseas puedes adquirir su último libro online: 


Si te interesa comprar cualquier  otro libro suyo, puedes hacerlo desde el siguiente enlace:

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Ultima parada en Marruecos, la ciudad de Fez.

Como dije en el post anterior nos subimos a un tren que nos llevaría desde Marrakech hasta la ciudad de Fez. Según el que te vendía el pasaje el tren tardaba 11 horas, por lo que llegaríamos a nuestro destino a las 6 de la mañana aproximadamente, pero para nuestra sorpresa a las 2.30 de la mañana ya estabamos en Fez sin saber a donde ir ni que hacer. Por eso con Pepe salimos a buscar un hotel en las inmediaciones de la terminal de trenes, y luego de ir a un hotel donde nos quería cobrar muy caro, llegamos a una esquina, pregunte en mi frances bien rústico por un hotel, y me señalaron en una dirección para indicarme que a una cuadra estaba el "Hotel Amor"... con Pepe nos miramos de reojo y pensamos que nos mandaban a un telo, pero por suerte era un hotel común y corriente que solamente tenía un nombre un poco cachondo y que era un lujo total comparado a nuestro albergue anterior.

Totalmente cansados y agotados nos acostamos un rato y a eso de las 10.30 me levanté para ir a averiguar en internet que se podía hacer en esta ciudad. Estuve 45 minutos buscando un cyber pero con una grata sorpresa, ni una sola persona me paró o me intentó vender alguna cosa en ningún lado, cosa que me pareció absolutamente extraña después de haber estado en Marrakech. Cuando ya estaba pensando que en esta ciudad no había internet, apareció frente a mis ojos un cyber. Según internet lo mejor de esta ciudad es la llamada Medina, que es algo así como un mercado donde venden cualquier cosa, pero en el que se destacan los curtidores de cueros. Por eso enfilamos en autobus para ese lugar.

Ni bien nos bajamos del autobus se nos acercó un tipo diciendonos que la Medina estaba en tal dirección, preguntandonos de donde eramos, que estabamos buscando, a lo que le respondí con una sonrisa y pocas palabras, pero el tipo se puso intenso y empezó a decirnos que eramos unos paranoicos sin entender que nosotros no queríamos comprar ni visitar nada en concreto, que solo estabamos ahí para pasear, por lo que nos alejamos de el en medio de insultos de su parte... Con este incidente, ya nos cambió un poco el humor que teníamos... y me di cuenta que lo que me habia ocurrido temprano en la mañana parecía ser un espejismo. Cosa que confirmé al caminar solamente cinco minutos más por los estrechos callejones que conforman ese laberinto plagado de negocios y comerciantes que intentan venderte cualquier cosa y de cualquier modo.


La Medina de Fez, Marruecos


Después de caminar sin rumbo y de sufrir el acoso de los vendedores, llegó otra discusión más con otro tipo, que intentó llevarnos hasta el mercado de cueros cuando ninguno de nosotros se lo pidió y luego de que le expliquemos que no íbamos a comprar nada y que solamente queríamos sacar fotos, a lo que empezó a decir que no nos iba a robar la cámara, que la gente de su país tiene creencias y nos son mala gente como en Argentina, en resumen, nos empezó a hablar y casi gritar en un perfecto español pero con un tono que se estaba poniendo bastante agresivo, por lo que ese  incidente fue la gota que rebalsó el vaso y por lo que decidimos con Pepe alejarnos de esa zona e irnos a un lugar más tranquilo donde nadie nos moleste.

Al dirigirnos a la parada del autobus se nos acercó disimuladamente otro personaje con la idea de hacerse el amigo y de paso vendernos excursiones y cualquier cosa que estuviera a su alcance, pero por suerte vino rápido el colectivo y nos fuimos de nuevo para el centro prometiendonos no volver a acercarnos más a la Medina del orto. Ya en el centro almorzamos y luego caminamos por las calles donde la gente no te detiene para venderte nada, solamente te pueden perseguir un par de cuadras, como nos pasó un par de veces, aunque no nos preguntaron nada... solamente nos ofrecieron drogas un par de veces...

Ya por la noche, cenamos y nos acostamos temprano porque a las 5.30 nos teníamos que levantar para ir al aeropuerto. Para eso, paré a un taxi y tuve este diálogo con el viejo que manejaba el coche:
Yo: -Pour le airport?
Taxista: Ehhh?
Yo: Pour le airport, aeropuerto, aeroporto!!
Taxista: Qua?? Ehhh?
Yo: Airport, avion, fsshhhhh (abriendo los brazos como un avioncito al estilo de Pascualito Rambert)
Taxista: Ahhhh!!! La Medina??? pour la Medina???
Yo: (mientras pensaba que el viejo forro me esta tomando el pelo) NOOOO!!! No la Medina NOO!!! l'aéroport
Taxista: AHHHH!!!!! No, c´est le taxi a la gare de tren...
Yo: Merci!!! y que te recontra!!!!

Ya en la estación de trenes nos tomamos un taxi al aeropuerto, cuyo conductor parecía la reencarnación de Ayrton Senna ya que iba a los caños y me hizo pegar más de un cagazo cuando se adelantaba en la ruta...
Luego de pasar los controles (para mi inexistente, para Pepe exhaustivo ya que era el quien llevaba la Yerba Mate) nos subimos al avion que iba repleto de gente y de maletas aunque fuese un vuelo de Ryanair. En estas cuatro temporadas de volar con esta compañía nunca vi a nadie subir con tres bolsos de mano a la cabina del avión hasta ese momento...

Por suerte, el avión llegó a destino y de esa forma abandonamos este país que me resultó fascinante, aunque termina siendo agotador el acoso de la gente. Es muy fuerte el cambio de cultura, es duro si uno no va mentalizado a vivir una situación así. Quizas en algunos lugares de Latinoamerica las cosas son parecidas, pero Marruecos está regido por la religión y eso se aplica a todos los ambientes. Es un país al que tengo muchas ganas de volver pero acompañado de algún marroquí, para poder disfrutar de sus lugares y de sus gentes sin sufrir el acoso que algunas personas pueden hacerte sin que quizas se lleguen a dar cuenta. Quizá estoy siendo un poco duro con estas palabras, pero la verdad es que hubo momentos en los que realmente me sentí muy agobiado, aunque eso no fue un impedimento para sacar fotos y disfrutar de las maravillas que estos lugares que visitamos tienen para dar.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Zágora y una noche en su desierto.


Amanecimos bien temprano, nos subimos al minibus de la excursion acompañados de una pareja de canadienses, una señora australiana y un grupo de casi veinte rumanos que hacían el tour con nosotros y a los cuales no les entendimos un carajo durante todo el paseo, lo único que entendimos es que querían para en cada lugar posible para comprar pelotudeces, jejejeje. Lo que tampoco entendió uno de los guias de la excursión es que Pepe se pronuncia Pepe y no "Pipi"que fue como lo llamaron luego todos los que nos acompañaron.

Emprendimos rápidamente el viaje para salir de Marrakech, atravezando campos y las primeras montañas. Es increible la cantidad de colores que ofrecen estos paisajes. La variedad de tonos en los diferentes relieves del terreno y la combinación con la escasa vegetación de la zona hacen que el recorrido sea una gran atracción para la vista, como así también atrae la atención cada uno de los pueblitos que cruzamos por el camino. En una de las muchas paradas, se me acercó un señor que me ofreció una piedra con minerales dentro, le pregunte el precio y me dijo 250 dH, le dije que no, me la bajó a 100 dH, le dije que no se la iba a comprar entonces me la bajó a 80 dH, por lo que recibió otra negativa mía, me dijo 50 dH y ya por lástima le terminé comprando esa piedra que la verdad es que está bien buena.

Luego de no se cuantas paradas llegamos a la ciudad de Zágora, seguimos de largo y paramos por última vez para comprar agua, y arrivamos al sitio donde nos esperaban los camellos para comenzar nuestra excursión en el desierto. Con el sol debajo del horizonte, emprendimos la camellada, que luego de una hora nos depositó en el supuesto "desierto" desde donde se veían las luces de la ciudad, de los autos y de las motos que podían accerder a la zona. En resumen, de desierto este lugar tenía poco y nada, solamente se podía considerar que era desierto por la vista increible de las estrellas en el cielo y por las pequeñas dunas que había en la zona.

En la puerta de las carpas nos recibieron con un te y una obleas que se compran en el supermercado, para luego poder cenar Tagine de pollo. Terminada la cena, dieron un espectaculo de percusión a la luz de una hoguera, mientras que con Pepe aprovechamos esa luz para hacer algunas fotografías nocturnas de larga exposición que nos mantuvieron bien entretenidos. Pasado un rato, toda la gente se fue a dormir y decidí quedarme solo, en medio de la oscuridad y la noche tan estrellada, con la idea disfrutar de tan conmovedor espectaculo que regalaba el cielo esa noche. Y así entre canciones de Pink Floyd, pensamientos y estrellas fugaces me comenzó a ganar el sueño, por lo que decidí irme a dormir con una sonrisa y ese sentimiento de paz que te da un rato de tranquilidad en soledad y totalmente agradecido por haber contemplado esa noche la sabiduría y perfección del universo.


Así se veia el cielo


Al otro día amanecimos a las 5.40 am para ver el inmenso amanecer, con el sol saliendo detras de las montañas y dibujando hermosas texturas en la arena. La vuelta al minibus la hicimos en camello por otro lado, y luego regresamos para Marrakech, deteniendonos antes en un Barrio de barro hecho en la montaña donde se filmaron películas tales como 300 o Indiana Jones.

Luego de recorrer el set filmográfico, subimos nuevamente a la trafic y a las 18.43 pm llegamos a la estación de tren para tomar el tren que salía a Fez a las 19 horas, no sin antes sufrir algunas complicaciones. Que paso???Intentamos pagar con tarjeta y no nos dejaron hacerlo por la hora. Todavía no sabemos porque pero así fue. Intentamos sacar dinero de un cajero, y al momento de meter la tarjeta se apagó el mismo durante casi un minuto y nuestros corazones se interrumpieron hasta el momento que esa máquina de mierda escupio el plastico. Finalmente cambiamos unos € en una perfumería y pudimos comprar los pasajes y subir en horario al tren, dejando de una vez por todas esta ciudad.

La verdad es que la experiencia de pasar una noche bajo las estrellas en el desierto es increible, uno no para de contar estrellas fugaces y eso hace que uno se sienta agotado de pedir deseos. En ese momento una de las cosas que más deseaba era que la noche no terminara nunca y que pudiera compartila con la gente que quiero, por eso con este blog intento hacerlo de alguna manera.

Las fotos de estos dos días...

Zágora y su desierto.
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